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DELIA LINZOAIN PSOE 2019
A psn psoe FIESTAS VILLAFRANCA 2019 EDGAR GUERRA
ELECCIONES GENERALES,AUTONOMICAS,MUNICIPALES
EN VILLAFRANCA, NAVARRA Y ESPAÑA 2019
AAAA PSN FIESTAS 2019 VILLAFRANCA
NAVARRA AHORA 2019
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Es la pregunta CLAVE que te hacen
en todas partes, desde que empezó la campaña para las autonómicas y municipales; incluso
antes. ¿Quién va a ganar las próximas elecciones generales 2015 ?.a la presidencia de España.
Se juega el futuro político de España los mas de 34.521.871 ciudadanos podrán votar como lo hicieron en las municipales
y 19.840.597 en las 13 comunidades autónomas . De todos ellos, cerca de un 40% dudan todavía si van a votar y a quién.?; La
fuerte movilización del voto joven anticipa un cambio el 24-M
No hay la fecha para la contienda electoral para que empiece la campaña con una actividad propia de los principales líderes
nacionales,. Los cuatro lideres que aspiran a que esta cita electoral les encumbre será en Diciembre (Mariano Rajoy, Pedro
Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera) . Madrid, Barcelona, Valencia, Extremadura , Andalucía en donde sus partidos se juegan
buena parte de su éxito o fracaso. La fuerza política que consiga gobernar en la capital de España,y la que saque o no más
votos, se apuntarán un tanto importantísimo en esa batalla de imagen que se inicia siempre la noche electoral y que suele
durar varios días, de igual manera se verá quien gana en Barcelona, Cataluñia .
Además de Madrid, los puntos clave se cree que quién gana las elecciones municipales son Barcelona (el propio Artur Mas
reconoció ayer implícitamente que su plan independentista depende de ganar en la capital catalana), Valencia (los líderes
nacionales de PP y PSOE se juegan mucho en esa ciudad), Sevilla, Córdoba y Málaga , San Sebastián y Vitoria (clave para el
alcance y para los pactos), entre otras.
En las elecciones autonómicas, la clave fue comprobar si, como dicen las encuestas, el PP perdió la mayoría absoluta en
10 de las 11 comunidades en las que gobierna. Y si son capaces de formar gobierno en esas condiciones,creemos que no, con
el voto o la abstención de Ciudadanos. Durante las dos semanas de campaña, ambos partidos han jugado al gato y al ratón en
esos de los pactos y nadie sabe, son una raya roja o una postura negociadora.
Hay, además, una novedad importante que en las elecciones municipales y autonómicas: los jóvenes quisieron hacerse oír en
las urnas, la crisis económica, política e institucional ha llevado a los ciudadanos jóvenes a interesarse por la política
y a mostrar su intención de votar para cambiar las cosas. Aunque una cosa sean las encuestas,que nunca aciertan y otra la
realidad, está claro que soplan vientos de cambio y que, gane quien gane, solo ganaremos todos si los partidos son capaces
de pactar para formar Gobiernos estables en DEMOCRACIA en pro del Bienestar social y económico de nuestros pueblos.
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D E L I A <<>> LINZOÀIN
FIESTAS PASTRONALES 2015/delia linzoain
15 DE SEPTIEMBRE (MARTES)
10:30h
Almuerzo popular en el frontón Hernanos
Maristas
"FESTIVAL DE PELOTA A MANO"
en el frontón Hermanos Maristas,disputado entre las parejas OLAIZOLA-JAIO Y MIKEL,
G-KERALT
Concierto de la banda "LA VILLAFRANQUESA"
en el Casino Gayarre
"PAELLADA-MACARRONADA POPULAR"
en el Polideportivo.Previa recogida del ticket en el Ayuntamiento y pago de 10 euros;
;.Sobremesa Bingo y música ambiente
Salida del Polideportivo junto con la
Charanga de VILLAFRANCA para acudir al espectáculo taurino
17:30h -18:30h
Espectáculo taurino:Gran espectáculo
de bravura"ESPECIAL ARRIAZU"
Suelta de Vaquillas por el recorrido
habitual. Ganadería:FRAGUAS DE VILLAFRANCA
Pasacalles con la Banda Municipal la
VILLAFRANQUESA.Salida de la Plaza ESPAÑA,realizando su recorrido habitual acompañados
de los CABEZUDOS, al finalizar "TORICO DE FUEGO".
Suelta de Vaquillas por el recorrido
habitual.Ganadería BRETOS FERNANDEZ DE VILLAFRANCA
02 DE MAYO (SABADO)
10:30h
Almuerzo popular en LA PLAZA ESPAÑA
"MERCADO ARTESANAL"Venta de
producto alimentario y artesanal en la plaza Calahorra y CalleMayor, con hinchables
y música ambiente
Demostración de FORJA en la Plaza España
Quedada de toricos simulados de todos
los niñ@s de Villafranca en la Plaza España, Seguidamente encierro con "Toros Simulados"
por la calle Mayor y alrededores de la Plaza España.
"CONCURSO DE CALDERETES" en
la Plaza e los FUEROS.
16:30h
Salida de la Plaza España junto con
la charanga de Villafranca para acudir al Espectáculo taurino
Espectáculo taurino: Campeonato Navarro
de recortadores de anillas con vacas.
Suelta de Vaquillas por el recorrido
habitual.Ganadería FRAGUAS DE VILLAFRANCA
PROGRAMA DE FIESTAS DE LA JUVENTUD 2015 VILLAFRANCA NAVARRA
https://www.facebook.com/NavarraConMaria ... candidata a la Presidencia del Gobierno
de Navarra por el PSN-PSOE y su ... candidaturas
de Villafranca y Cintruénigo, con Delia Linzoáin y Mapi Sarasa a ...
EL PSOE GANA Y EL PP SE HUNDE
PSOE VILLAFRANCA NAVARRA segun el DIARIO
EL MUNDO
PSOE VILLAFRANCA NAVARRA : ADELANTE 2015 GANA : marzo :El PSOE,GANA ELECCIONES por
delante en las ocho provincias
P S O E PSN VILLAFRANCA NAVARRA / SER SOCIALISTA ES ¡¡¡¡ / ¡¡¡
H A C E R ¡¡¡
PSOE PSN Villafranca Navarra . Ayuda en el Banco de alimentos .
PSOE VILLAFRANCA NAVARRA NOTICIAS
PSOE VILLAFRANCA DE NAVARRA MIEMBROS EN LA EJECUTIVA
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MODAS MARIA MARTINEZ REBAJAS AHORA/ TV ON LINE pirlotv
Espere la TV NO HAGA click ................. /...........................TEORICO NET
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Quièn ganará las elecciones autonómicas
en navarra ?: MARIA CHIVITE GANA LAS ELECCIONES AUTONÓMICAS EN NAVARRA 24/05/2015
Partido Socialista Obrero Español (PSOE)
& [Historia]
Los orígenes del PSOE
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) se fundó en Madrid el 2 de mayo de 1879 con motivo de una comida de fraternidad
internacional en la que participaban 25 personas (20 obreros y cinco intelectuales), en una fonda de la calle de Tetuán. Para
redactar el Programa designaron una comisión formada por: Pablo Iglesias, Victoriano Calderón y Alejandro Ocina, tipógrafos;
y Jaime Vera y Gonzalo Zubiarre, médicos. El 20 de julio se celebró una Asamblea en Madrid, donde fue aprobado el programa.
El pequeño grupo de fundadores recibió documentación marxista de Lafargue y Guesde. Por Lafargue se conoció en España el Manifiesto
Comunista y El Capital.
Los orígenes ideológicos del PSOE están vinculados a la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT, Primera Internacional),
inspirada por Carlos Marx, que preconizaba la lucha política y la lucha económica. Por el contrario, los aliancistas (Alianza
de la Democracia Socialista), también procedentes de AIT y que eran mayoritarios en España, propugnaban: en religión, el ateísmo;
en política, la anarquía; en economía, el colectivismo. La escisión entre marxistas y aliancistas tuvo lugar en el Congreso
Internacional de La Haya en septiembre de 1872.
Para comprender mejor los orígenes y las diferencias ideológicas de las dos grandes opciones del movimiento obrero, bueno
será recordar la definición del movimiento aliancista cuando en 1881 decía: "Así pues, a todos los que consideráis los derechos
individuales imprescriptibles e ilegislables, sois partidarios de la autonomía del individuo, del oficio, del municipio, de
la comarca, y de la región, y consideráis el pacto sinalagmático, conmutativo y bilateral, como única forma para establecer
la Gran Federación del Trabajo... Nuestra organización puramente económica, es distinta y opuesta a la de todos los partidos
políticos burgueses y políticos obreros.... El movimiento aliancista dio lugar en España a la formación de la CNT y la FAI.
Por el contrario, el Programa máximo del PSOE, proclamaba que sus aspiraciones pasaban por:
- La posesión del poder político por la clase trabajadora.
- La transformación de la propiedad individual en propiedad colectiva.
- La organización de la sociedad sobre la base de la federación económica, el usufructo de los instrumentos de trabajo por
las colectividades obreras, etc.
- La satisfacción por la sociedad de las necesidades de los impedidos por edad o por padecimiento.
En suma, el ideal del PSOE era la completa emancipación de la clase trabajadora; es decir, la abolición de todas las clases
sociales y su conversión una sola de trabajadores, dueños del fruto de su trabajo, libres, iguales, honrados e inteligentes.
En resumen, nació el PSOE como la expresión orgánica del marxismo en el seno del movimiento obrero y así se deduce de su Programa
máximo. El 1884, don Segismundo Moret requirió a la Agrupación Socialista Madrileña para que acudiera a informar ante la
Comisión de Reformas Sociales. Acudieron e informaron Pablo Iglesias y Jaime Vera. En estos informes el PSOE asumía la lucha
de clases, denunciaba a los partidos burgueses, incluyendo a los más progresistas.el PSO E. El contenido del informe escrito
de Jaime Vera todavía fue un texto de lectura habitual para los militantes socialistas en los años setenta. el PSOE El 12
de marzo de 1886 apareció El Socialista, órgano de prensa del PSOE. En 1887 había Agrupaciones en 28 ciudades, PSOE con El
Socialista como único vínculo de coordinación.
PSOE.Del 12 al 14 de agosto de 1888 tuvo lugar un congreso obrero convocado por las organizaciones obreras de Mataró y Barcelona,
la Federación Tipográfica y una asociación de obreros fabriles de Vich-Manlleu. PSOE. De este congreso, celebrado en el nº
29 de la calle de Tallers de Barcelona, surgió la fundación de la Unión General de Trabajadores (UGT).
Pocos días más tarde, fue convocado en Barcelona el primer congreso del PSOE, en el teatro Jovellanos. PSOE. Las sesiones
duraron del 23 al 25 de agosto y el Programa adoptado se basó en el documento original de 1879, con algunas aportaciones utópicas
de los militantes socialistas. Los ideólogos del PSOE han estado alardeando de la ortodoxia y firmeza de las convicciones
marxistas del Partido socialista con el manteniendo literal del Programa máximo aprobado en el Congreso fundacional de 1888.
PSOE. Entre las posiciones políticas de aquella época cabe destacar:
PSOE- Libertad de prensa. Derecho de manifestación, de petición, de reunión y de asociación.
PSOE- Abolición de la Monarquía. Estructuración del estado sobre la base de una Confederación republicana de nacionalidades
ibéricas. Supresión de los ejércitos permanentes.PSOE
PSOE- Jornada laboral de ocho horas, salario mínimo legal, salario igual para trabajo igual para ambos sexos.
PSOE- Enseñanza gratuita y laica en los grados primario y secundario.
PSOE- Abolición de los impuestos indirectos y la transformación de los directos en un impuesto general progresivo sobre la
renta.
Organización socialista
Por primera vez aparecen definidas las diferencias funcionales entre partido y sindicato. La UGT era responsable de la lucha
económica o reivindicativa y el PSOE de la lucha política. Pero éste fue un principio que sufrió múltiples interferencias
a partir de las claras posiciones políticas de la UGT, especialmente tras la huelga general revolucionaria de 1917. La conexión
entre la UGT y el PSOE vendrá dada en el futuro por la obligada militancia de los socialistas a la UGT. Formalmente, la UGT
ha tenido siempre sus propios estatutos y congresos, y su autonomía ha sido total. PSOE.Se trata de lo que los estudiosos
de la política han definido como modelo socialdemócrata, en el que el sindicato cuida de la acción social y el partido de
la acción política desde las correspondientes instituciones.
PSOE.Los años que siguen a los congresos fundacionales fueron de implantación y consolidación de las organizaciones socialistas,
así como de definición y maduración política. Hay una primera fase de lento crecimiento, hasta la fundación de la UGT y una
fase de expansión, aprovechando la tolerancia introducida por Sagasta con motivo de la Restauración, momento en el que se
empezaron a fundar las casas del pueblo, auténtico embrión de lo que fue el socialismo español.PSOE
PSOE.En las casas del pueblo se instalaban bibliotecas, se hacían cursillos se daban conferencias y se convertían en universidades
obreras.PSOE. No se trataba tan solo de formación política, sino de formación cultural y de alfabetización. Testimonio excepcional
sobre la vocación educadora del PSOE será la labor educacional de la II República bajo el impulso decidido de los socialistas.
La organización del PSOE estuvo basada desde el primer momento en la federación de agrupaciones socialistas, autónomas respecto
de sus asuntos internos, y coordinadas federalmente por el Estado. La UGT se organizó en un principio bajo la base de sindicatos
de oficios; sólo en 1925 adopta el sistema de federaciones de industria, que en la actualidad se solapa con una organización
territorial que confiere al sindicato una vertiente más política.PSOE.
Como organización, el PSOE se caracterizó por el carácter que le imprimieron sus fundadores. Fue un partido fuertemente cohesionado
y regulado por una rígida moral laica y una inquebrantable honradez.PSOE. Sus detractores decían que funcionaba como si se
tratara de una sociedad incrustada dentro de la sociedad civil; es decir, el PSOE se comportaba como una secta que vivía al
margen de los principios y valores propios de la sociedad que pretendía representar.
En el funcionamiento interno, las organizaciones del PSOE adoptaron métodos y sistemas democráticos para su funcionamiento.PSOE
Libertad, democracia y disciplina constituían los ingredientes con los que se regulaba el funcionamiento interno. Una vez
adoptada una decisión entraba en juego la disciplina con todo su rigor.PSOE. La norma de actuación podría definirse como:
libertad en la discusión, control democrático de la gestión y unidad en la acción. En 1903, Tomás Meabe fundó las Juventudes
Socialistas con jóvenes socialistas de Bilbao. Su estructura fue definitivamente confirmada por el VII Congreso del PSOE,
en 1905. El 16 de abril de 1906 celebraron las Juventudes su congreso constitutivo. La Federación Nacional de Juventudes Socialistas
surgió como organización juvenil del PSOE, fundamentalmente escuela de formación de los jóvenes socialistas, que en el futuro
se incorporarían al Partido. El sexto Congreso del PSOE se celebra en Gijón en 1902. PSOE En octubre de 1905 se celebra en
Madrid el séptimo Congreso del PSOE. En estas fechas, el PSOE había conseguido la elección de 75 concejales en treinta municipios,
tres de los cuales eran de Madrid.
La actividad política
La actividad política de los socialistas recibía la orientación de las recomendaciones de la II Internacional, surgida con
motivo de la escisión del movimiento obrero internacional en 1872, en el Congreso de La Haya. La conquista del poder político
era una frase completamente vacía de contenido si no se ensayaban técnicas y fórmulas que permitieran darle contenido político.
En tales condiciones, no son de extrañar las propias contradicciones del socialismo en sus primeros años.
PSOE.El acceso al poder político se podía hacer desde las instituciones públicas si era democrático su funcionamiento. Pero
la lucha política también estaba en la calle, en los medios de comunicación y dondequiera fuera posible conquistar una nueva
voluntad o una nueva plataforma de poder político.
PSOE.El Congreso de la Internacional Obrera celebrado en París (1889) acordó la celebración del 1 de mayo, jornada reivindicativa
de los trabajadores de todo el mundo y en la que se presentaba como reivindicación más inmediata la jornada de ocho horas.
El PSOE y la UGT organizaron por primera vez en España la jornada del 1 de mayo, que se inició en 1890.
PSOE.En el aspecto religioso, el PSOE se definía como laico, aunque de hecho fue anticlerical, como consecuencia de la posición
de la Iglesia católica en aquellos momentos: en el terreno teórico, condenaba el socialismo y defendía la propiedad privada;
en la práctica, creaba sindicatos amarillos (organizaciones de trabajadores al servicio de la patronal) y se colocaba al lado
del poder.
PSOE.La política contra la guerra y el ejército burgués se fijaba desde perspectivas netamente ideológicas. Se definía y explicaba
la guerra como consecuencia del capitalismo. Así, el partido socialista se alzó contra la guerra colonial de Marruecos. En
estas guerras, decía el PSOE, combaten proletarios contra proletarios para morir en defensa de los intereses de una burguesía
que, en España además, resguardaba a sus hijos de los peligros de la guerra. Pero, cuando la protesta contra el embarque de
soldados desde Barcelona con destino a Marruecos desencadenó en una revuelta popular, históricamente conocida como la Semana
Trágica, el PSOE dejó de apoyar la revuelta porque creyó que ésta tenía su origen en una revuelta separatista, de acuerdo
con la interpretación oficial que dio el poder instituido, el que precisamente era combatido por el PSOE.
PSOE. La política electoral del PSOE estuvo marcada desde su origen por una clara independencia basada en la nítida y testimonial
confrontación de clases. Se quedaban en minoría aquellos que, como Jaime Vera, defendieron una política de colaboración con
los republicanos y de confrontación con el Gobierno y partidos reaccionarios que lo apoyaran. PSOE. Sólo en 1909, tras la
Semana Trágica, el PSOE aceptó la alianza electoral con los partidos republicanos.PSOE. En 1910 Pablo Iglesias consiguió un
acta de diputado por la conjunción republicano-socialista.
PSOE. La actuación de Pablo Iglesias en las Cortes fue ejemplar. Sus discursos más duros estuvieron motivados por la demanda
de moralidad y transparencia política. Mención aparte merece la labor desarrollada por el PSOE en los municipios. Aunque sea
verdad que no se puede dirigir la política española desde los municipios, desde éstos se administraba, ya entonces, la función
pública más próxima a los ciudadanos, lo cual constituyó una excelente plataforma de adiestramiento político y administrativo,
así como la prueba viva e irrefutable de que se podían producir importantes cambios con la gestión socialista, caracterizada
por la honradez y el servicio a la comunidad.PSOE. La línea de actuación en los municipios tendía a conseguir una estructura
del Estado basada en la existencia real de municipios autónomos, con independencia económica, que eligieran libremente sus
consistorios por medio del sufragio universal. PSOE.La batalla contra la corrupción y el favoritismo fue radical.
La huelga general de 1917
PSOE. El año de 1917 fue de importancia capital para el socialismo democrático español. Los socialistas creyeron que se daban
las condiciones para un cambio revolucionario, por lo que organizaron la huelga general revolucionaria de agosto para impulsarlo.
PSOE. La fidelidad a la ideología marxista permite entender que en la concepción revolucionaria del momento no se trataba
tanto de instaurar en España el socialismo como de instaurar la democracia. PSOE. En la coyuntura de 1917 convergen varios
factores. En plena Guerra Mundial, nos encontramos con el fracaso de la Restauración. En plena crisis política los militares
se alzaron contra el Poder a través de sus Juntas de Defensa y lo mismo hace la burguesía progresista en su Asamblea de Parlamentarios
en Barcelona. Por otro lado la CNT y la UGT se habían puesto de acuerdo para realizar -en diciembre de 1916- una huelga nacional
a favor de reivindicaciones económicas de los trabajadores.
El PSOE intentó una política de alianza con los sectores desafectos al Poder para derrocarlo, sacando al país del marasmo
en el que se encontraba. Si los intentos de alianza se consiguieron con la burguesía progresista, en cambio no se alcanzaron
con los militares.PSOE. La CNT entendió que la huelga general implicaba planteamientos políticos por lo que renunció a participar
en su dirección.PSOE. Se formó una conjunción republicano-socialista-reformista (Lerroux, Iglesias, Melquíades Álvarez) de
enlace y dirección del movimiento, y por el PSOE y la UGT, un comité de huelga integrado por Besteiro, Anguiano, Caballero
y Saborit, a la vez que era elegido un comité suplente que no llegó a intervenir.
PSOE. La huelga general ya acordada se precipitó con motivo de una huelga de ferroviarios. Su alcance quedó reducido a las
ciudades, absteniéndose de participar el campesinado. PSOE. La burguesía progresista, incapaz de asumir su protagonismo y
temerosa del poder alcanzado por las organizaciones obreras, se desvinculó del movimiento.PSOE. Las Juntas de Defensa y el
ejército en pleno llevaron a cabo una feroz represión contra los huelguistas. PSOE. No se cubrieron los objetivos, pero el
Régimen estaba herido y la situación desembocó en el advenimiento de la dictadura de Primo de Rivera y finalmente, en la II
República.
El triunfo de la revolución soviética, octubre de 1917, sacudió a los socialistas, al igual que a las demás organizaciones
obreras del mundo. En el PSOE tuvo lugar un vivo debate interno entre partidarios y detractores de la III Internacional. Fueron
necesarios tres congresos para resolver el asunto, que terminó con el rechazo de los postulados de la III Internacional, la
defensa de la revolución rusa, y la escisión de la minoría que pasó a crear el Partido Comunista Español.
PSOE. La postura del PSOE puede definirse así:
PSOE- Rechazo de la II Internacional anterior a la Primera Guerra Mundial.
PSOE- Rechazo de las 21 condiciones de Moscú para el ingreso en la III Internacional.
PSOE- Aceptación y defensa de la revolución soviética.
PSOE- Mantenimiento de la independencia táctica.
PSOE- Esfuerzo de unificación del movimiento obrero.
De ahí que el PSOE no se afiliase a la III Internacional, se saliese de la Segunda, y, frente a las posturas de ambas, se
adscribiese a la Unión de Viena, conocida como Internacional Segunda y Media, la cual postulaba que eran múltiples las vías
hacia el socialismo y estimaba prioritaria la reconstrucción de la unidad del movimiento obrero internacional.
PSOE.La dictadura de Primo de Rivera
El PSOE no tenía fuerza capaz de medir con la de los militares. Las ejecutivas del Partido y de la Unión se manifiestan en
contra del golpe militar con el manifiesto de 13 de septiembre de 1923, firmado por los responsables de ambas organizaciones
con su nombre y los cargos que ocupaban, dejando claro su rechazo al último intento continuista del monarca. Aún así, en la
práctica se mantuvo una pasividad difícil entender. Las críticas recibidas por tal comportamiento condicionaron gran parte
de las conductas posteriores.
PSOE. Ante el dilema de destrozar sus organizaciones en un enfrentamiento para el que no se tenían fuerzas suficientes, y
la más que probable soledad en su lucha (muy reciente estaba la deserción de la burguesía en 1917), se prefirió salvar la
organización y recomponer sus fuerzas para presentar la batalla en el momento más oportuno. Con la táctica mantenida por los
socialistas no solo se evitó la derrota del movimiento obrero, sino que la UGT salió de la dictadura con su organización intacta
y sus cuadros reforzados. PSOE La ausencia de Pablo Iglesias, fallecido el 9 de diciembre de 1925, dejó al PSOE sin un liderazgo
definido. Las posiciones políticas se polarizaban alrededor de personajes que, a su vez, representan una singular tipología
humana. PSOE .Largo Caballero, Francisco fue un sindicalista apasionado, Indalecio Prieto fue un político pragmático y Julián
Besteiro un moralista convencido. Las posiciones de los militantes socialistas se polarizaban alrededor de una u otra persona,
pero era Largo Caballero, desde la UGT, quien tuvo realmente capacidad para imponer su política.
PSOE. La II República
PSOE. La monarquía tenía grandes dificultades para sucederse a sí misma. Los republicanos y los catalanistas se reorganizaron
sobre la base de criterios bastante distintos a los defendidos con anterioridad a la Dictadura. El tiempo había contribuido
a la maduración de las nuevas posiciones y la economía internacional estaba en plena Depresión.
PSOE. El 17 de agosto de 1930, representantes de partidos republicanos y catalanistas acudieron a San Sebastián con el propósito
de alcanzar un acuerdo que sirviera de base para hacer un frente común contra la monarquía. La representación socialista,
a título personal, estaba cubierta por Indalecio Prieto y Fernando de los Ríos. De allí salió un Comité Ejecutivo cuya primera
tarea fue la de preparar el movimiento revolucionario capaz de derrocar la monarquía. El intento normalizador de Berenguer
dio lugar a la convocatoria de elecciones municipales, por no atreverse a convocar las legislativas. Las elecciones municipales
del 12 de abril dieron el triunfo a la unión republicano-socialista en todas las grandes ciudades. Este triunfo fue interpretado
por los republicanos como una gran victoria y la República fue proclamada e instaurada sin obstáculos.
PSOE. Tras las elecciones a Cortes del 28 de junio, los socialistas se encontraron con el grupo parlamentario más numeroso,
pero sin alcanzar la mayoría. Se trataba de un gobierno constituyente y, por tanto, no se podía eludir la participación en
el gobierno. El PSOE era la organización más sólida y organizada del país. El partido socialista sentía la obligación histórica
de apoyar la Democracia burguesa, máxime cuando el clima internacional producido como consecuencia de la Depresión estaba
dando lugar a la emergencia de formaciones políticas de carácter fascista en los grandes países industrializados de Europa.
PSOE. Desde la proclamación de la República empezaron sus enemigos a desprestigiar a los políticos republicanos, a insultarlos
y a conspirar. Fruto de estas conspiraciones fue la sanjurjada, levantamiento contra la legalidad republicana de 1932. Los
socialistas tenían prisa por introducir reformas sociales que consideraban básicas, la patronal se resistía a aceptar la legitimidad
de la política de Largo Caballero, ministro de Trabajo. La derecha española, con cerrazón inaudita, se negaba a aceptar unas
reformas que ciertamente fueron impuestas sin el diálogo y el tacto necesario para hacerlas perdurar. Mientras, la Iglesia
se declaraba abiertamente contraria al nuevo Régimen, y los terratenientes se enfrentaban abiertamente a la Reforma agraria,
paralizando las explotaciones e impartiendo consignas del tipo comed República.
PSOE. La Depresión internacional también alcanzaba a España. La clase obrera se estaba radicalizando y la CNT estuvo pronto
en condiciones de equilibrio respecto a la UGT. La competencia abierta entre las dos grandes opciones sindicales acentuó el
radicalismo de la UGT, inmediatamente trasladado al PSOE.
PSOE. Las tensiones políticas del período constituyente, la crisis económica que llegó a su punto más alto en 1933 y los escasos
resultados de tan breve período, fueron los condimentos necesarios para defraudar a los sectores sociales políticamente menos
comprometidos. La Ley electoral y la abstención de la CNT favoreció a una derecha que había mantenido una calculada ambigüedad
sobre la aceptación de la legitimidad de la República, consiguiendo 207 diputados en las elecciones de noviembre de 1933.
Los socialistas tuvieron que contentarse con 57 escaños.
PSOE. El temor al fascismo incrementó la radicalización de las posiciones socialistas y ésta coincidía, además, con la radicalización
de la derecha española, que adoptaron posiciones semejantes a los que se estaban observando en el escenario europeo: Musolini
se mantenía en el poder desde 1922. PSOE. En 1933 Hitler accedió al gobierno alemán. En 1934 el régimen de Dollfus aplastó
a los obreros socialdemócratas de Viena. En febrero de 1934 se fusionó la Falange y las JONS. Asistimos, pues, al inicio de
lo que fue el enfrentamiento de la Guerra Civil.
PSOE. La Revolución de Octubre
PSOE. En enero de 1934, con el impulso de Largo Caballero, el PSOE redactó un programa que incluía importantes nacionalizaciones,
asumiendo la estrategia de la revolución socialista. En febrero se formaron las Alianzas Obreras, que inicialmente se reducían
a comités de enlace PSOE-UGT, con algunos catalanistas. En marzo se incorporaron los cenetistas asturianos y los comunistas
desligados de Moscú; más tarde, en septiembre, los comunistas ortodoxos. El objetivo de las Alianzas Obreras no fue otro que
el preparar la insurrección armada.
PSOE. La contribución teórica a la revolución se fomentaba desde la revista Leviatán, dirigida por Araquistáin, y Claridad,
órgano de expresión de la posición largocaballerista. Lanzada la revolución, ésta se implantó principalmente en Asturias,
donde se sostuvo por espacio de dos semanas.PSOE. La revolución consiguió el trágico balance de 1.084 muertos en Asturias
y 96 en Cataluña. El eco de la Revolución de octubre de 1934 condicionó la política española durante muchos años.
PSOE. La insurrección fue ferozmente reprimida. La República entró en un nuevo período, dirigido por las derechas, conocido
con el nombre de bienio negro. Ante el creciente avance del fascismo, Prieto, que, por disciplina, había facilitado las armas
a los socialistas asturianos a pesar de estar en contra de la insurrección, propuso, desde su exilio, la alianza que más tarde
fue conocida como frente popular; es decir, una unión electoral de fuerzas progresistas, burguesas y proletarias que permitiera
ganar las elecciones e impedir el avance del fascismo. El modelo propuesto por Prieto fue una réplica de la iniciativa comunista
ordenada por la Comintern en Francia.
PSOE. La República de derechas fue un sonoro fracaso. Los escándalos financieros del estraperlo y la denuncia Tayá, que afectaban
a conocidas personalidades de la derecha española, fueron el golpe de gracia. El problema de Estado era muy simple, ni la
derecha ni la izquierda habían sido capaces de llevar adelante la República. Las posiciones estaban demasiado radicalizadas
y enfrentadas.
PSOE. La estrategia de frente popular fue aceptada por las fuerzas progresistas. En las elecciones de 1936, el Frente Popular
se presentó unido frente a una derecha desunida y vacilante. Las elecciones fueron ganadas por el Frente Popular. El gobierno
pretendió poner en marcha el Programa moderado del Frente Popular, pero fue incapaz de controlar o regular el caos social
y de enfrentamiento que se vivía en la calle. Las condiciones políticas para la Guerra Civil estaban servidas.
PSOE. La Guerra Civil
A partir del alzamiento fascista tuvo lugar un movimiento revolucionario que condujo a las colectivizaciones y al control
obrero. El PSOE y los sindicatos se enfrentaron, por un lado, a la reconstrucción de un ejército popular que defendiera la
República y, por otro, a la puesta en marcha de una economía de guerra. Al frente del Gobierno presidido por Largo Caballero,
se publicaron los decretos de colectivización y control obrero de octubre de 1936. Llevados a la práctica en la agricultura
e industria republicana, dieron lugar a la más interesante experiencia conocida sobre la autogestión.
PSOE. Lo que estaba sucediendo en la España republicana era más parecido a una revolución social que a la defensa de la legitimidad
democrática. Por esta razón, Francia, que se había comprometido a vender armas a la República, fue advertida por Inglaterra
que el auxilio a la República española supondría la ruptura de la alianza francobritánica. El socialista León Blum, presidente
de la República francesa, antepuso los intereses de su Estado a los de la solidaridad con los demócratas españoles. La España
republicana fue víctima de su aislamiento internacional y de su inmadurez política. Con la política de No Intervención, el
desenlace y resultado de la guerra fue inevitable. Los fascistas españoles fueron ayudados por los regímenes fascistas de
Alemania e Italia. La ayuda soviética comprada por la República no fue suficiente, no estaba a la altura tecnológica de la
facilitada por Alemania y estuvo condicionada por las contraprestaciones políticas a los comunistas. Para los socialistas,
la República española fue moneda de cambio del tratado germano-soviético firmado el 22 de agosto de 1939. La realidad de lo
sucedido durante la Guerra, aunque mucho más compleja, acentuó la tensión entre socialistas y comunistas hasta el extremo
de que cada uno consideraba traidor al otro.
El franquismo
PSOE. La Guerra Civil terminó el 1 de abril de 1939. El 1 de septiembre empezaba la II Guerra Mundial. El PSOE fue el partido
que sufrió mayores represalias durante la Guerra civil y durante el período de postguerra, que duró hasta el fin de la II
Guerra Mundial, porque era el más numeroso e importante. Es imposible saber cuantos socialistas fueron asesinados; pero más
que mérito del PSOE fue una tragedia. Para los socialistas exilados la II Guerra Mundial fue una continuación de la Guerra
Civil, se trataba de la lucha contra el fascismo. El PSOE se reorganizó doblemente: por un lado en España, desde las cárceles,
campos de concentración y la guerrilla; por otro, en el exilio. Desde Francia los exiliados socialistas se reorganizaron
y celebraron su primer congreso en 1944. Sus conclusiones eran perentorias: reorganizar el Partido y las Juventudes, mantener
la conexión con España y recuperar la República.
Con la victoria de los Aliados contra el fascismo, los socialistas tenían la esperanza de que se acabaría invadiendo España
para acabar con el último reducto de fascismo. No fue así. En España el Régimen intentaba cambiar su imagen. Una etapa en
la que los socialistas intentan convencer a los Aliados de que el franquismo sigue siendo fascista.
Consolidación o muerte de la Dictadura
Con la derrota de la Alemania nazi en 1945, el futuro de la Dictadura parecía incierto. El PSOE se reorganizaba en España,
daba la batalla en las ocasiones que podía y procuraba hacer llegar su solidaridad a los militantes y familias que más duramente
sufrieron la represión. Con motivo del 1º de mayo, en 1947 el PSOE y la UGT convocan una huelga general en Vizcaya y Guipúzcoa
que movilizó a 50.000 trabajadores. Fue la primera gran huelga contra la dictadura. Políticamente, se trataba de apoyar desde
España la negociación que el PSOE estaba llevando a cabo desde el exilio.
En 1948 tres comisiones ejecutivas coinciden en la cárcel acusadas de reorganizar el PSOE y la UGT. En estas fechas, el control
policial y militar del franquismo era casi completo; tales evidencias obligaron a los socialistas del exilio a montar una
operación naval de rescate para salvar al último reducto guerrillero asturiano. En 1949 una nueva redada condujo a la cárcel
a más de un centenar de compañeros.
En febrero de 1953, Tomás Centeno, dirigente de la UGT, fue torturado y asesinado en el edificio de la Dirección General de
Seguridad madrileña. La presión política de los Aliados Tan pronto como se desvaneció la esperanza de una intervención militar
de los Aliados en España, se accedió a un período en el que éstos pidieron a las fuerzas democráticas que se pusieran de acuerdo
en un programa común. Ésta es la fase en la que los Aliados dieron a conocer la Nota Tripartita, en febrero de 1947; su consecuencia
directa fue la destitución del gobierno republicano en el exilio presidido por Giral por un nuevo gobierno presidido por Rodolfo
Llopis, con la misión de que los socialistas pudieran llegar a un acuerdo con monárquicos y demás fuerzas de oposición en
el interior, para disponer de un solo interlocutor con el que facilitar la negociación con los Aliados, sobre la forma de
poner fin a la Dictadura de Franco.
El que los demócratas españoles no se pusieran de acuerdo, fue el pretexto utilizado por los Aliados para desentenderse del
futuro de España en un momento en el que su preocupación pasaba por la agresividad de la Unión Soviética. A partir de entonces,
el Régimen se declaró católico y proclamó una amnistía. Se salvaban las apariencias hacia el exterior. El 1 de agosto de 1950,
el Congreso de los EE.UU. aprobó un crédito para España de 62,5 millones de dólares. Los países democráticos de Occidente
prefirieron un régimen anticomunista en España antes que correr el riesgo de una nueva desestabilización política en el sur
de Europa. Fue una muy dura lección histórica para los socialistas, pues el fracaso de la experiencia de la Revolución de
Octubre de 1934, hizo perder al PSOE su autonomía puesto que las únicas decisiones políticas que contaron fueron las tomadas
por las grandes potencias.
La política de los demócratas españoles no condujo a ninguna parte. La mayoría de los socialistas culparon a los comunistas
y al propio don Juan, padre de Juan Carlos, que prefirió pactar con Franco su sucesión que aliarse con quienes habían derribado
la monarquía que había regentado su padre, Alfonso XIII. El fracaso político provocó la dimisión de Indalecio Prieto de la
dirección del PSOE, siendo sustituido por Rodolfo Llopis. Se entra en una nueva fase en la que el PSOE adopta un marcado signo
anticomunista, pues se estaba convencido de que los intereses geopolíticos de Occidente no permitirían una alternativa al
Régimen que contara con un fuerte Partido Comunista.
La consolidación del franquismo
Con el dominio de la situación interna y el reconocimiento de los EE.UU. cundió la desmoralización entre los demócratas españoles.
El Partido socialista mantuvo su organización clandestina pero había perdido la capacidad de iniciativa. La dirección del
PSOE pasó al exterior tras la caída de su 6ª Comisión Ejecutiva en España. El Régimen se sintió seguro en sus fronteras y,
por obvias razones políticas internacionales, cualquier enemigo del Régimen católico era comunista.
Con la regularización de las relaciones diplomáticas, el Régimen consiguió del gobierno francés que el 2 de noviembre de 1961
se prohibiera la circulación, distribución y venta de El Socialista (PSOE), Solidaridad Obrera, España Libre (CNT) y el Boletín
(UGT). Hasta entonces se habían editado 6.109 números de El Socialista, órgano oficial del PSOE. Con el amparo del partido
socialista francés (SFIO), volvió a reaparecer el órgano oficial del PSOE el 21 de diciembre de 1961 con la cabecera de Le
Socialiste.
A partir del reconocimiento de los EE.UU., el desarrollo económico estaba vinculado a la inserción de España en la economía
occidental. Los tecnócratas del Régimen solicitaron la entrada de España en la Comunidad Económica Europea, pero ésta no era
compatible con el Tratado de Roma en tanto que no se democratizara la política española. La derecha española, que para defender
sus intereses derrotó a los demócratas en cruenta guerra civil, comprobó que era necesario el ingreso de España en el Mercado
Común Europeo para mantener el desarrollo económico y que para tal propósito era necesario democratizar la política española.
La opción política del Régimen fue la de introducir progresivas liberalizaciones en el orden económico.
La liberalización trajo consigo el crecimiento económico, fuertes tasas de emigración, inflación y duras tensiones sociales.
El resultado fue la aparición de un tejido empresarial muy débil, con una fuerte y constante renovación, que poco a poco fue
cayendo en manos de las empresas multinacionales.
En el orden social, la Ley de Convenios Colectivos sirvió para desnaturalizar los iniciales propósitos de la Ley de Unidad
Sindical, al permitir la negociación colectiva directa entre trabajadores y empresarios. Estas negociaciones fueron durante
la década de los sesenta, la principal fuente de oposición contra el Régimen. Para derrocar un Régimen era necesario disponer
de un poder político y social equivalente. Este objetivo se obtenía por la vía de reducir el apoyo social del Régimen y por
sistema de incrementar el poder de las fuerzas de la oposición democrática.
La primera de las estrategias era una posibilidad bastante quimérica en los años sesenta. Se reconocían y acentuaban las contradicciones
del Régimen contando con el apoyo de otras fuerzas democráticas, pero tales contradicciones no bastaban para cuestionar el
poder y la hegemonía de las instituciones del Estado, con lo cual resultaba que quedaban normalmente reducidas a simples conspiraciones
políticas. Un ejemplo de este tipo de estrategia lo tenemos en los propósitos de la Reunión de Munich, en agosto de 1962,
donde las fuerzas democráticas españolas que representaban a todo el arco parlamentario con excepción de las opciones totalitarias
(el franquismo y el comunismo) propusieron los términos de lo que entendían que debía ser la transición española a un sistema
democrático.
Más tarde, a partir de las iniciativas surgidas como consecuencia de los primeros intentos de renovación en el PSOE a cargo
de las Juventudes Socialistas, se impuso la presencia más activa y militante de los socialistas donde hubiera españoles dispuestos
a luchar por la democracia y por el socialismo. Se trataba de imponer, por la vía de los hechos, el ejercicio de libertades
formalmente negadas por la legalidad del Régimen. Se trataba de aprovecharlo todo: reivindicaciones, cultura, acontecimientos
internacionales, motivos religiosos, etc..
La nueva estrategia socialista se basó en la conquista de espacios de libertad. Estrategia concurrente con las tácticas adoptadas
por otras fuerzas antifranquistas. Su propósito era el fortalecer el contrapoder al Régimen, siguiendo un modelo similar al
contrapoder que organiza un sindicato respecto a la patronal cuando, agotada la negociación, surge el enfrentamiento.
En el ámbito sindical, el aprovechamiento de la estructura de la CNS por parte de los comunistas era considerada como colaboracionista
por los socialistas. Pero, con el tiempo, se comprobó que desde el sindicalismo vertical (CNS) había una superior capacidad
movilizadora gracias a la inicial complicidad de las autoridades franquistas, por lo que surgieron posiciones socialistas,
especialmente en Madrid, que reclamaban cambios tácticos y ocasionales en la estrategia de la UGT, pues el colaboracionismo
con el sindicalismo vertical permitía una mayor capacidad movilizadora contra el Régimen. Estas posiciones tropezaban con
la fuerte convicción estratégica de que la negación de la legitimidad democrática de la CNS era el mejor argumento político
para impedir que progresara la incorporación de España en la CEE, aspecto fundamental para restar apoyo social al Régimen
por parte de los sectores económicos españoles más dinámicos. Pero el tiempo se encargó de demostrar que la discusión sobre
la bondad de una u otra estrategia no tenía sentido. El problema estaba en discernir la forma en que sería posible combinar
la aplicación de ambas estrategias.
La Renovación del PSOE A finales de los años sesenta los planteamientos políticos de los socialistas del exilio todavía planteaba
la sucesión del Régimen en términos demasiado teóricos. Se discutía si el régimen transitorio que tenía que llevar a la democracia
carecería de signo institucional, según lo previsto en la fundación de la Unión de Fuerzas Democráticas Españolas o, por el
contrario, sería aceptada cualquier fórmula que garantizara las libertades democráticas.
Por lo demás, se estaba produciendo un importante cambio conceptual en los socialistas organizados en España y que no habían
sufrido las consecuencias de la Guerra Civil. Para ellos, la conquista de espacios de libertad era una cuestión cotidiana,
como la de involucrar a un nuevo militante. Para los viejos militantes socialistas todo se resumía a una cuestión de principios.
Nada con el Régimen, nada con los comunistas.
Con motivo del XI Congreso del PSOE, el 15 de agosto de 1970, las federaciones de Asturias, Álava, Alicante, Burgos, Cataluña,
Guipúzcoa, Madrid, Málaga, Salamanca, Santander, Sevilla, Valencia y Vizcaya presentaron una moción que fue defendida en el
plenario, públicamente, por Felipe González. Se reclamaba la capacidad de decisión de las organizaciones del Interior en aquellos
asuntos que le fueran específicos. La moción fue aprobada por una mayoría aplastante.
El problema de fondo estaba en la posibilidad de que el PSOE concertara en España acuerdos con otras fuerzas políticas al
margen de la Unión de Fuerzas Democráticas Españolas. Se trataba de poner en práctica lo que, por otra parte, ya era habitual:
la unidad de acción en iniciativas y posiciones políticas o reivindicativas. La punta de lanza de estas nuevas realidades,
en términos prácticos y significativos, fue la iniciativa de los socialistas de Cataluña de participar en la fundación de
la Assemblea de Cataluña, en noviembre de 1971 sin siquiera consultar el tema con la Comisión Ejecutiva del PSOE.
Llopis consideraba que la hegemonía comunista conduciría a que la OTAN impediría cualquier alternativa democrática y que la
unidad de acción equivalía a ceder la iniciativa a los comunistas. Las maniobras dilatorias del XII Congreso precipitaron
los acontecimientos que condujeron a la escisión en agosto de 1972.
El XII y XIII Congresos del PSOE Si el peso específico del XII Congreso estuvo en manos de los delegados del Interior, en
el XIII Congreso todo estaba organizado para hacer frente a los grandes problemas políticos del momento: la transición política
y la unidad de los socialistas. A mediados de octubre de 1974 tuvo lugar el Congreso de Suresnes. Se tenían entonces noticias
de que sectores importantes del Régimen apostaban por una apertura democrática, pero temían el excesivo protagonismo del PCE.
Estos datos estaban prefigurando un panorama en el que se podría dar mayor tolerancia de hecho a los partidos no comunistas,
con lo cual se podía caer en un proceso de renovación de la Dictadura, aspecto éste completamente inaceptable para cualquier
demócrata. Para evitar las tentaciones en esta dirección, el PSOE de Andalucía fue al Congreso con la pretensión de sacar
una Comisión Ejecutiva sólida y homogénea para hacer frente a los difíciles momentos que se avecinaban. Por otra parte, los
socialistas de Euskadi tenían cuatro candidatos a la Secretaría General. De tal confrontación salió lo que, más tarde, se
llamó el pacto del Betis: los vascos se impusieron en la UGT y los andaluces en el PSOE. Con el pacto no escrito, se sentaron
las bases para una organización reivindicativa, en los social desde las filas de la UGT, y en lo territorial desde posiciones
andaluzas.
En el ámbito político, el Congreso de Suresnes se pronunció a favor de la Ruptura Democrática y en lo que se refiere a la
unidad de los socialistas el PSOE asumió posiciones que permitirían avanzar los trabajos de la Conferencia Socialista Ibérica,
cuya primera convocatoria tuvo lugar en junio de aquel mismo año.
A medida que se era más consciente de que se aproximaba la Transición democrática, resultaba más evidente la necesidad de
clarificar el espacio político del electorado español. Por lo que se refiere a los partidos existentes, parecía evidente la
necesidad de que los socialistas fueran capaces de sumar fuerzas. Ese fue el espíritu de la Conferencia Socialista Ibérica
(CSI), cuya primera convocatoria tuvo lugar en París el 28 de junio de 1974.
El debate no fue fácil, pues se partía de concepciones completamente distintas. La ruptura de tan buenos propósitos tuvo lugar
el 27 de abril de 1975, momento en el que los futuros integrantes de la Federación de Partidos Socialistas presentaron una
propuesta de resolución, previamente elaborada y pactada entre ellos, en la que se proponía la disolución del PSOE en el seno
de la CSI y un sistema de votación en el que se equiparaba el PSOE con cualquier otro partido socialista de ámbito local o
regional. Tales pretensiones condujeron a la ruptura y, consecuentemente, a la formación de la Federación de Partidos Socialistas.
A partir de entonces había que contar en España con tres significativas opciones socialistas: el PSOE, El Partido Socialista
Popular y la Federación de Partidos Socialistas.
Con el compromiso de unidad entre el Partido Socialista de Cataluña (PSC c) y la Federación Catalana del PSOE a partir de
las primeras elecciones democráticas, el PSOE consiguió destrozar la Federación de Partidos Socialistas y el PSC (c) consiguió
evitar la implantación en Cataluña de un partido arraigado entre la clase trabajadora que, según ellos, podía desentenderse
de las reivindicaciones catalanistas.
La unidad con el Partido Socialista Popular se consumó tras las elecciones a la vista de los resultados electorales. Lo mismo
sucedió respecto a los históricos del PSOE (mayo de 1983) que se escindieron con motivo del XII Congreso del PSOE en el exilio
y con algunas otras organizaciones socialistas de carácter regional.
El proceso democrático
Había muchas incertidumbres sobre la forma en que se podría conducir el advenimiento de la democracia. Se temían incluso reacciones
incontroladas procedentes de grupos franquistas. Pero, con la muerte de Franco el proceso ya era inevitable.
Los comunistas habían formado con independientes su Plataforma para negociar con el Poder y los socialistas reunieron a sus
aliados par hacer lo propio. Al final llegaron a un acuerdo y se creó una Comisión negociadora en diciembre de 1976. El primer
acuerdo tácito era muy simple: la Guerra Civil ya era historia.
Poco más tarde, el 5 de diciembre de 1976, se reunía en Madrid el XXVII Congreso del PSOE. Fue un acto arriesgado por sus
exigencias organizativas y políticas. Fue un escaparate de la muestra de apoyo internacional que recibía el PSOE. Destacaba
entre sus resoluciones la oferta constitucional a los partidos si no se dieran las condiciones previas democráticas tras el
proceso electoral que se estaba negociando. Por lo que se refiere a la unidad socialista, se prohibía cualquier acuerdo electoral
que no estuviera precedido de un acuerdo de integración orgánica.
Pocos días después se llevó a cabo el referéndum sobre la Reforma política (16-12-76), se legalizó el PSOE (10-2-77), se disolvió
el Movimiento (1-4-77), se legalizó el PCE (9-4-77) y las organizaciones sindicales (28-4-77). Una vez cerrados los acuerdos
básicos, el Conde de Barcelona cedió sus derechos dinásticos al rey Juan Carlos (14-5-77) y se cerró el proyecto básico de
reinstauración borbónica. El 15 de junio de 1977 tuvieron lugar las primeras elecciones democráticas después de la Guerra
Civil. Los socialistas se presentaron en las elecciones con bazas muy importantes: había en España una memoria histórica de
gran valor político; el PSOE contaba con el reconocimiento de los socialistas europeos; el Partido había sido renovado y
estaba dirigido por jóvenes brillantes capaces de representar la pluralidad española.
Los resultados electorales fueron alentadores. La coalición electoral Unión de Centro Democrático, no alcanzó mayoría suficiente
(35% votos) para poder imponer su política, el PSOE resurgía como el primer partido español (30% votos) y el resultado global
garantizaba el equilibrio necesario para que la futura Constitución tuviera que ser realmente pactada, pues no había fuerza
política capaz de imponer su propia versión.
La experiencia histórica de la Guerra Civil y el cambio generacional que había experimentado la dirección del PSOE configuraban
a éste como un partido que nada tenía que ver con aquel que organizó el levantamiento armado de la Revolución de Octubre de
1932. Aún así, el PSOE seguía considerando que sus objetivos pasaban por transformar la realidad social española para evitar
las consecuencias de una sociedad dividida en clases sociales.
El período que sigue a las primeras elecciones democráticas bien podría considerarse como el esfuerzo de los socialistas para
capitalizar el éxito y para adaptarse a la realidad política de la época que se estaba viviendo.
Poco después de las primeras elecciones, el Gobierno propuso reunir a los grupos parlamentarios para poner en marcha un acuerdo
político y económico que permitiera controlar la caótica situación económica. Las primeras reticencias de los socialistas,
asumiendo el papel de principal partido de la oposición, se transformaron luego en participación activa y positiva aunque
solo fuere para evitar que el Pacto fuera cerrado entre UCD y PCE. Felipe González, primer secretario del PSOE, tuvo que dedicarse
a fondo para convencer a los militantes socialistas y ugetistas de que el Acuerdo era necesario y positivo para los trabajadores.
La UGT estuvo siempre en contra de su contenido.
El proceso democrático no había culminado. Hacía falta una Constitución y era necesario resolver el tradicional problema de
la vertebración de los pueblos de España. Para lo primero se nombró una ponencia en la que había un solo representante socialista
(Gregorio Peces Barba) y, para lo segundo, el gobierno de Adolfo Suárez puso en marcha las preautonomías, inicialmente basadas
en competencias de carácter local.
Entre las renuncias políticas cabe destacar que los socialistas abandonaron su tradicional concepción republicana del Estado
en favor de una monarquía constitucional y su concepción federal tuvo que ser aparcada a favor de un modelo híbrido que, gracias
a su mayor ambigüedad, permitiera una mayor capacidad de negociación a los nacionalistas catalanes. Las preautonomías, iniciadas
en España con el retorno de Josep Tarradellas, presidente en el exilio de la Generalidad, supusieron la renuncia de los socialistas
al protagonismo que les correspondía por ser la fuerza electoral más importante en Cataluña.
El 8 de mayo de 1978, con motivo de una cena ofrecida por la Asociación de Prensa de Barcelona, Felipe González declaró que,
a su juicio, el PSOE debía abandonar su identidad marxista. La propuesta de Felipe fue un revulsivo para todo el PSOE, que
creía ver en estas posiciones la renuncia a la identidad ideológica de los socialistas. La propuesta de Felipe fue aprovechada
por destacados dirigentes de la Federación Socialista Madrileña, que se habían sentido marginados desde el Congreso de Suresnes,
para maximizar las posiciones políticas de los delegados al congreso del PSOE.
El XXVIII Congreso (16-5-79) acabó con una gestora, ante la imposibilidad de elegir a una comisión ejecutiva que pudiera asumir
como propias las posiciones políticas de clara orientación marxista que fueron allí aprobadas. El que la intervención de González
ante los delegados, anunciando su renuncia a la dirección política del PSOE, pudiera llegar al hogar de los españoles a través
de la televisión supuso una fuerte conmoción en la sociedad española y despertó grandes dosis de simpatía hacia la persona
que prefería ser fiel a sus ideas que mantenerse en el poder. En la preparación del Congreso extraordinario (28-9-79) que
tenía que zanjar la situación de provisionalidad con la que quedó el Partido, Felipe González dejó muy clara su posición.
En el PSOE tenían que caber todos los socialistas y tenía que sentirse representada toda la diversidad ideológica, sectorial
y territorial que tiene cabida en la sociedad española real para poder representar al cuerpo social que se pueda movilizar
a favor del cambio propugnado.
Las medidas adoptadas con motivo de los Acuerdos de la Moncloa no bastaban para corregir los graves desequilibrios sociales,
territoriales y sectoriales. Por otra parte, la Unión de Centro Democrático carecía de fuerza y cohesión suficientes para
emprender las reformas más urgentes. Estas carencias de la UCD eran puestas en evidencia por parte del PSOE en todas las ocasiones
posibles, culminando con la moción de censura presentada el 20 de mayo de 1980 contra el gobierno de Suárez.
La sensación de crisis estaba en el ambiente, acentuada además por el creciente auge del terrorismo. Aquél fue un momento
de máxima sensibilidad con respecto a los rumores y movimientos que procedían de las fuerzas armadas. Con este clima, el Comité
Federal del PSOE llegó a plantearse la posibilidad de un Gobierno de coalición con la UCD a finales de octubre de 1980, pero
ésta no fue la tesis que prevaleció. El Comité Federal del PSOE consideró necesario decir a la opinión pública que la única
alternativa pasaba por la alternancia política en las elecciones.
Cuando la crisis se agravó el 23 de febrero de 1981, con motivo del intento del golpe de Estado, el PSOE se ofreció para formar
parte de un Gobierno de coalición, propuesta que fue rechazada por Leopoldo Calvo Sotelo, nuevo presidente del gobierno. Por
las mismas razones, el PSOE se avino a apoyar aquellas políticas promovidas por el gobierno que permitieran dar estabilidad
política a la Democracia. El 10 de julio se alcanzó el acuerdo básico sobre la futura LOAPA entre Felipe González y Leopoldo
Calvo Sotelo con el propósito de regular el proceso autonómico, recibiendo la crítica enconada de todos los nacionalistas
que movilizaron a sus efectivos contra las contenidos de la citada propuesta de Ley.
El 29 de julio del mismo año, el gobierno sometió al Congreso de los diputados la otra gran iniciativa que tenía que proporcionar
una mayor estabilidad al sistema democrático. Se aprobó el ingreso de España en la OTAN con los votos en contra de socialistas
y comunistas. La contradicción de los socialistas era patente, dando lugar a que Felipe González se comprometiera a consultar
este tema en referéndum.
La situación política siguió degradándose en los meses siguientes: luchas internas en UCD; los socialdemócratas abandonaron
la UCD; se publicó el manifiesto golpista de los cien; el Gobierno retiró su propia ley sobre la Universidad ante la imposibilidad
de que pudiera ser aprobada; veinte parlamentarios de UCD formaron un nuevo partido, el PDP; Suárez abandonó la UCD y creó
el CDS; el PSOE ganó las elecciones autonómicas de Andalucía..., y seguía la incertidumbre sobre el origen o causas de una
epidemia mortal, conocida como neumonía atípica.
El 27 de agosto de 1982, Calvo Sotelo anunció la convocatoria de elecciones anticipadas. El PSOE era entonces la única fuerza
política que aportaba racionalidad a la vida política. Los resultados fueron espectaculares. El PSOE obtuvo más de 10 millones
de votos, que le permitieron ganar las elecciones por mayoría absoluta.
El gobierno socialista
Las primeras prioridades del gobierno socialista son bastante simples: afrontar la crisis económica y estabilizar la democracia.
Además, era necesario hacer ver a la opinión pública que había grandes diferencias entre un gobierno centrista y uno socialista.
Como primeras medidas significativas, en lo que se refiere a las formas de gobernar, cabe citar la reducción de la jornada
laboral, la expropiación de RUMASA, la firma de un protocolo adicional al acuerdo militar con los EE.UU. y la aprobación de
las leyes que paralizaron la anterior legislatura (LODE, Reforma Universitaria, Aborto, etc.).
La mejora de la estabilidad política tuvo su inicio en el impacto producido por la holgada mayoría conseguida por los socialistas.
Se trataba de un gobierno fuerte, legitimado para llevar a cabo las reformas que fueran menester para completar el proceso
democrático en instituciones tan alejadas de la sociedad civil como los estamentos militares, el funcionariado del Ministerio
del Interior y el Sistema judicial. Pero el gran reto estaba en la política económica. Era necesario llevar a cabo la reconversión
de sectores importantes de la industria tradicional (Siderurgia, naval, electrodomésticos, etc.), del sector energético, de
las finanzas, etc. Se trataba de medidas impopulares que la UCD no se atrevió a abordar en su auténtica dimensión.
Para contrarrestar los empleos perdidos con motivo de la Reconversión se pusieron en marcha las Zonas de Urgente Reindustrialización
(ZUR).
Durante la primera legislatura socialista el gobierno se sentía obligado a cumplir la promesa de que organizaría un referéndum
para que el pueblo español se pronunciara sobre su permanencia en la OTAN. En octubre de 1985, tan pronto como EE.UU. aceptó
una reducción de tropas en España, Felipe González se mostró partidario de permanecer en la OTAN. La estrategia socialista
en este tipo de cuestiones se basaba en el mantenimiento del equilibrio geoestratégico en Europa como vía para el mantenimiento
de la paz y correspondiente estabilidad político-militar. Por otra parte había que mantener cierta coherencia en política
internacional. Con la incorporación de España en la Comunidad Europea en enero de 1986, era lógico que el compromiso militar
español estuviera más en consonancia en su alineamiento internacional con los países occidentales europeos (alianza multilateral)
que en un trato específico (unilateral y dependiente) con los norteamericanos. Era razonable pensar que los comunistas estuvieran
en contra de la permanencia de España en la OTAN.
A finales de enero de 1986 el Gobierno envió al Congreso el Decreto de convocatoria de referéndum. En la campaña, los socialistas
se quedaron solos, con una posición contraria de la UGT y demás fuerzas políticas. El propio episcopado español anunció que
veía aspectos preocupantes en el referéndum sobre la OTAN. A primeros de marzo, El País daba cuenta de una encuesta que vaticinaba
la derrota del gobierno en el referéndum. El resultado favorable de la consulta fue un gran triunfo del gobierno y de su presidente,
aspecto aprovechado con la convocatoria anticipada de las siguientes elecciones que, una vez más, fueron ganadas por el PSOE
por mayoría absoluta.
A pesar de la firma del Acuerdo Económico y Social (AES) (9-10-84) entre el Gobierno,
la CEOE y la UGT, siguió creciendo el
alejamiento entre el Gobierno y la UGT. En abril de 1985 la UGT acusó directamente al
Gobierno del fuerte incremento del paro;
el detonante que había hecho estallar la situación fue la reforma de pensiones propuesta
por el gobierno. El 30 de mayo de
1985, Nicolás Redondo (Secretario General de la UGT) rompió la disciplina socialista en
el Congreso votando en contra de la
reforma de las pensiones. En la votación final de la Ley de Pensiones, Nicolás Redondo
se abstuvo.
En el alejamiento producido hubo ciertamente razones objetivas de incumplimientos formales
por parte del Gobierno y problemas
de índole personal entre los dos máximos dirigentes socialistas (Nicolás Redondo y Felipe
González). Este tipo de alejamiento
no impidió, no obstante, que el Gobierno decidiera finalmente (20-9-86) la devolución
a UGT de su patrimonio sindical por
un valor de 4.144 millones de pesetas.
El alejamiento definitivo puede describirse como total con motivo de las elecciones legislativas
de 1989. Por primera vez
en la historia, el Comité Confederal de la UGT aprobó no solicitar el voto para ninguna
formación política. En pleno crecimiento
económico resurgieron las dificultades. En enero de 1987 la patronal y la UGT no se pusieron
de acuerdo sobre los términos
de la concertación social, lo cual condujo a Nicolás Redondo a acusar a la patronal y
al gobierno de juramentarse contra la
UGT. Poco más tarde era el propio Carlos Solchaga, ministro de Economía, quien presionaba
a los empresarios para que no subieran
los salarios por encima del 5%. La política del ministro de Economía era de una lógica
perfectamente inteligible desde la
perspectiva de la más pura ortodoxia económica, pero incomprensible desde izquierda.
La irritación de los trabajadores era
visible por doquier. En marzo de 1987 el consejo confederal de CC.OO. rechazó la convocatoria
de huelga general por un solo
voto de diferencia. Por otra parte, fueron atendidas la mayor parte de las reivindicaciones
de los médicos de la Seguridad
Social al declararse en huelga por las mismas fechas. Se trasladó la sensación de que
el Gobierno cedía ante las reivindicaciones
sociales que desembocaban en huelga. Además, la sustitución de Marcelino Camacho al frente
de CC.OO. por Antonio Gutiérrez
facilitó el entendimiento entre ambas centrales sindicales. El resultado estaba cantado,
los sindicatos UGT y CC.OO. convocaron
una huelga general para el 14 de diciembre de 1988. El paro de la actividad fue total,
con la complicidad de la propia derecha
y del pequeño empresariado, dispuestos a hacer lo que fuere para castigar a los socialistas.
La huelga general fue la primera
y más importante derrota política del gobierno socialista. Su resultado formal fue la
ruptura de las negociaciones entre gobierno
y sindicatos sobre la concertación social. Pero en la práctica, con la huelga había quebrado
el tradicional modelo de relaciones
partido-sindicato. Los socialistas ya no podían contar con la complicidad de la UGT. El
mensaje político fue cambiando, ya
no se gobernaba en nombre de los trabajadores, para los trabajadores; sino en nombre de
la mayoría, para todos los españoles.
La estabilidad política del Gobierno central permitió llevar a cabo los grandes avances
que conocemos en materia de descentralización
del Estado. La estabilidad aportada por el éxito electoral del PSOE hacían innecesarias
las razones políticas que en su día
aconsejaron la aprobación de la Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico (LOAPA).
Se pusieron en marcha los Estatutos
de Autonomía, se llevó a cabo una ordenada política de transferencias y se negoció con
el PP el pacto autonómico que permitiría
llenar de contenido a los Estatutos de Autonomía que, de acuerdo con la Constitución,
disponían de autonomía más limitada.
Lo que no abordó el pacto autonómico con el PP fue el sistema de financiación autonómica
pues ésta comprometía a más fuerzas
políticas.
En lo que se refiere a la concepción del Estado, el PSOE ha estado incorporando en sus
discursos criterios procedentes de
su tradicional aspiración federalista, haciéndola compatible con el vigente pacto constitucional
y otorgando al Senado de
un contenido más acorde con la función de Cámara territorial.
En lo que se refiere a la financiación autonómica, se puso en marcha el pacto de una política
destinada a garantizar una mayor
corresponsabilidad fiscal de las Comunidades autónomas, partiendo de la cesión del 15%
del IRPF. Se sostenía el criterio de
que esta política, al tiempo que tenía que permitir la suficiencia financiera de cada
Comunidad para atender los servicios
públicos comunes a todos los españoles, debería ser compatible con la necesaria solidaridad
interterritorial.
El terrorismo fue otro de los grandes problemas con que hubieron de verse los socilistas,
para quienes el problema terrorista
de ETA era básicamente político. El problema estaba en que había muy poco margen para
una eventual negociación política y,
por tanto, lo que tenía que hacerse era crear las condiciones para que ésta pudiera producirse.
Es decir, se consideraba que
sólo habría negociación política real si los terroristas se veían forzados a llevarla
a cabo. Por tanto, el eje central de
esta política pasaba por conseguir el aislamiento político y logístico de los etarras.
La primera medida pasaba por evitar
que ETA utilizara a Francia como refugio para sus comandos y para su dirección. Las siguientes
medidas tuvieron por objeto
el tratar de involucrar al PNV en la lucha antiterrorista desde el gobierno vasco. La
culminación de esta política fue la
firma del Pacto antiterrorista para la pacificación de Euskadi, en la que participaron
todos los partidos con excepción de
Herri Batasuna.
Los pactos surgidos en el Congreso de Suresnes configuraban un partido preparado para
dirigir la oposición política. Para
tal propósito se contaba con la complicidad de la UGT y se disponía en el Partido de una
Comisión Ejecutiva muy sensibilizada
respecto a las desigualdades territoriales que había en España. Cuando el PSOE ganó las
elecciones de 1982, Felipe González
nombró un gobierno con un perfil muy distinto del que había en la comisión ejecutiva del
Partido. Desde entonces, se puso
de manifiesto que las diferencias de criterio entre el partido y el gobierno podían dar
lugar a importantes dificultades políticas.
Entre estas dificultades, la más visible fue la del distanciamiento político entre los
dos hombres fuertes del PSOE: Felipe
González y Alfonso Guerra.
Con el tiempo, se puso de manifiesto que las directrices políticas del gobierno prevalecían
sobre las que podía establecer
el partido o su grupo parlamentario. Se corrigió la conflictividad a la que dio lugar
esta situación gracias al creciente
protagonismo de Felipe González en la dirección del partido. El problema de fondo estaba
en que la política del gobierno socialista
iba dirigida a toda la sociedad española, pues los socialistas pretendían gobernar a todos
los españoles con criterios de
interés general. Pero el PSOE, por definición, solo representaba a parte de la sociedad.
Es decir, al llevar hasta sus últimas
consecuencias la coherencia entre las posiciones del Gobierno y las del Partido, se convertía
al PSOE en una formación política
representativa del interés general. De tales criterios puede decirse que estamos ante
una nueva concepción del Partido que
nada tiene que ver con los criterios que consideraban a la sociedad dividida en intereses
que los partidos se encargaban de
representar.
El crecimiento económico alcanzado durante el gobierno socialista fue aprovechado para
aplicar en España los criterios socialdemóctratas
del llamado "estado del bienestar". Es decir, se ha ampliado y extendido la cobertura
de las prestaciones sociales para reducir
las desigualdades incrementando el grado de cohesión social. Al fin del mandato socialista
se podía decir que España era uno
de los países del mundo en el que más se habían reducido las desigualdades sociales.
Esta política ha tenido que hacer frente,
además, al problema de la futura viabilidad financiera del Sistema. El hecho de que el
crecimiento del número de beneficiarios
se lleve a cabo a un ritmo superior al de contribuyentes, ha provocado una crítica feroz
al sistema por parte de las concepciones
más liberales de la política económica. La respuesta a esta crítica dio lugar a la reforma
del sistema de pensiones, que ya
se ha dicho que provocó la ruptura de la disciplina de voto socialista, y al desarrollo
del llamado Pacto de Toledo, en virtud
del cual, todos los partidos parlamentarios se comprometían a mantener el sistema español
de pensiones.
El problema de los cambios políticos producidos en el escenario internacional estaba latente
desde hacía años. La globalización
de la economía, la desaparición del comunismo y las crecientes dificultades para mantener
tasas de crecimiento económico capaces
de dar cobertura a las necesidades de empleo productivo, han supuesto cambios de magnitud
muy superior a la prevista hace
unos años. El propio PSOE puso en marcha en 1987 una gran movilización del partido y de
la sociedad con el propósito de abrir
un gran debate que permitiera abrir nuevos horizontes. Se trataba del Programa 2000, esfuerzo
bienintencionado que no tuvo
ninguna repercusión política práctica.
Sin ir más lejos, el PSOE abandonó de su propia Declaración de principios, todavía vigente,
aquella concepción que considera
a la sociedad dividida en clases sociales antagónicas (explotadores y explotados). El
discurso actual del PSOE, ya no pasa
por la voluntad de que hacer desaparecer a las clases sociales, sino por la conveniencia
de incrementar la cohesión social
en España, por razones de justicia y en interés de la propia estructura económica y social.
Los socialistas promueven una sociedad en la que se reduzcan las desigualdades sociales
y la marginación gracias a la acción
pública de las instituciones que redistribuyen el excedente económico por la vía de servicios
públicos universales, para hacer
realidad la igualdad de oportunidades y la reducción de la injusticia. Este tipo de política
se complementa, además, por el
desarrollo de servicios sociales destinados a paliar los casos de marginación social que
se puedan producir en nuestra sociedad.
PSOE NAVARRA. El nuevo discurso político va acompañado de un decidido esfuerzo a favor
de la eficiencia productiva, en sus
aspectos cuantitativos y cualitativos. El PSOE dice estar convencido de que sin eficiencia
productiva no se pueden liberar
recursos con los que sostener el Estado de bienestar.
PSOE-NAVARRA En la reunión de la Internacional Socialista que tuvo lugar en la segunda
mitad de 1996, Felipe González recibió
el encargo de elaborar el documento ideológico que tendría que servir de pauta, en el
futuro inmediato, a los partidos progresistas
del mundo.
Nueva época
PSOE-NAVARRA Con motivo de la crisis económica tras las olimpíadas, la derecha española
inició una critica sistemática contra
el gobierno de Felipe González. Los socialistas fueron acusados de corruptos y se les
atribuyó la responsabilidad de la crisis
económica. La alternativa de la derecha española pasaba, como era lógico, por implantar
reformas de carácter liberal.PSOE
NAVARRA. Tras las elecciones generales, los socialistas precisaron de los votos de CiU
para poder seguir gobernando.
Poco después de las elecciones se reanudó la crítica sistemática basada en los escándalos
de corrupción y en el hecho de que
los independientes que Felipe González había promovido en las listas electorales para
dar credibilidad a la renovación el
Partido le volvieran finalmente la espalda. No se llevó a cabo la prometida renovación
y el gobierno socialista perdió credibilidad
y la propia iniciativa política. La acusación de que el GAL había sido organizada y promovida
desde el propio gobierno para
acabar con ETA utilizando sus mismas técnicas terroristas, dejó al Gobierno sin respuesta
política convincente, a la espera
de que fueran los tribunales quienes se pronunciaran.
PSOE NAVARRA.El resultado de la situación creada supuso un fuerte castigo para los socialistas
en las elecciones autonómicas
y municipales del 28 de mayo de 1995. PSOE NAVARRA.El PP fue el partido más votado en
11 de las 13 autonomías en que se produjeron
elecciones y en 42 de los 50 ayuntamientos capitales de provincia. PSOE NAVARRA.Los datos
hacían presagiar una posible repetición
del voto en las elecciones legislativas de marzo de 1996, pero no fue así. El PP no consiguió
la mayoría y tuvo que gobernar
con el apoyo de las minorías de Cataluña, Euskadi y Canarias.PSOE NAVARRA. El PSOE pasó
a la oposición.
http://www.psoe.es/ ; Web del Partido Socialista Obrero Español.
Bibliografía
ARBELOA, Victor M., Orígenes del Partido Socialista Obrero Español (1873-1880), Editoraial
Grupo Zero, S.A. 1972.
ROSAL, Amaro del, Historia de la UGT de España (1901-1939), Ediciones Grijalbo, S.A. 1977.
MARTÍNEZ COBO, Carlos y José, La segunda renovación. Intrahistoria del PSOE, Vol. IV,
Plaza & Janes Editores, S.A, 1991.
GONZÁLEZ, Felipe, De Suresnes a la Moncloa, Recuerdos e impresiones de Alfonso Guerra,
Novatex, 1984.
VILAR, Sergio, La década sorprendente (1976-1986), Editorial Planeta, 1986.
Temas relacionados
España, Historia de (14): 1931-1939, en el apartado: Partidos políticos durante la Segunda
República y la Guerra Civil.
España, Historia de (16): 1975-1982, en el apartado: Partidos políticos durante la transición
y consolidación democrática.
MOVIMIENTO OBRERO. PSOE-NAVARRA
Carlos Chivite Cornago (Cintruénigo, Navarra, 22 de agosto de 1956 - Pamplona, Navarra,
31 de marzo de 2008) fue un político
navarro perteneciente al Partido Socialista de Navarra (PSN-PSOE).
PSOE-NAVARRA. Fue concejal Ayuntamiento de Cintruénigo (Navarra) entre 1983-1987 y alcalde
de dicha localidad entre 1987 y
1995. Presidente de la Mancomunidad de Aguas Cascante y Cintruénigo y Fitero (1987-1995).
PSOE-NAVARRA .Fue elegido Diputado por Navarra en las Elecciones Generales de 1996, y
Senador por Navarra en las Elecciones
Generales de 2000, 2004 y 2008.
PSOE-NAVARRA Miembro de la Comisión Ejecutiva Regional del PSN-PSOE como Secretario de
Política Institucional (1997-2000),
Secretario de Organización (2000-2004).PSOE-NAVARRA En julio de 2004, siendo Secretario
de Organización, fue elegido Secretario
General del Partido Socialista de Navarra PSN-PSOE al vencer a Juan José Lizarbe Baztán,
hasta entonces Secretario General.
PSOE-NAVARRA En septiembre de 2006, pese a su voluntad expresada públicamente al respecto,
acordó con la dirección federal
del PSOE-NAVARRA el nombramiento de Fernando Puras Gil como candidato del PSN a la Presidencia
del Gobierno de Navarra, propuesta
que fue aprobada por unanimidad en el seno de la Comisión Ejecutiva Regional y por el
99% de los votos en el Comité Regional
del PSN-PSOE. No obstante, continuó como Secretario General, cargo en el que vivió también
el rechazo del Comité Federal del
PSOE al pacto de Gobierno que se alcanzó en 2007 con Nafarroa Bai e IU-NEB.PSOE-NAVARRA
Enciclopedia Universal DVD ©Micronet S.A. 1995-2003,,,,
2019.el PSOE HACE HISTORIA GANA LAS ELECCIONES EN ESPAÑA ,también en Villafranca de NAVARRA
LOCUTORIO ATLAS
VILLAFRANCA
villafranca RECUERDOS 2001
/Pedro Sánchez ganara las generales en España 2015/ VILLAFRANCA NAVARRA/PUEBLOS
DE ESPAÑA
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PSOE PSN
VILLAFRANCA NAVARRA 2008
CADENA SER EN DIRECTO ON LINE
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GENERALES,AUTONOMICAS,MUNICIPALES EN VILLAFRANCA, NAVARRA Y ESPAÑA 2019
ING. EDGAR GUERRA MsC
delia linzoain villafranca navarra
psn-psoe villafranca navarra
